Del futuro al pasado

Hoy sí que puedo afirmar que he tenido la cabeza en las nubes. Primero de Tokyo a Singapur, donde tenía que hacer escala y esperar 8 horas. No fue nada duro, más bien al contrario. Me habría quedado más tiempo incluso! El aeropuerto de Changi es tan guay que te da la sensación de que te has muerto y estás en el cielo. Zonas de videoconsolas, sala de cine, jardines temáticos con flores naturales, el de las orquídeas, el de los girasoles...spa, zonas para dormir, ordenadores con internet en cada esquina, zona para escuchar música... La sala de fumadores era una terraza que ni la sala Vip de un hotel de 5 estrellas!!














Acabé durmiendo en la sala de cine, tan a gusto que por poco pierdo el avión a Hanoi!


Salida de Singapur.


Llegada a Hanoi.

Llegar a Hanoi después de Tokyo y Changi es un choque importante. Como si en vez de salir de un avión hubiese salido de una máquina del tiempo.

Es un contraste radical y lo vivo con ganas y curiosidad, pero es durillo. Aquí está todo súper sucio, el tráfico es para morirse de miedo cada vez que cruzas una calle y las bocinas de los coches y los gritos la banda sonora de la ciudad.

A pesar de eso tiene su encanto y la gente es muy simpática. Ahora, yo aquí más de 3 días no aguanto ni loca. Es ultraestresante.


























Estaba en un banco sentada mirando este puente en un lago en medio de la ciudad y una pareja de vietnamitas muy majos se han sentado conmigo porque querían practicar inglés. Les he advertido que conmigo más bien iban a practicar lenguaje se señas, pero se han quedado y me han enseñado un poco de vietnamita y recomendado platos típicos.


Son estos. Hablaban inglés mil veces mejor que yo, aunque eso no es difícil.

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