lunes, 29 de noviembre de 2010

LA: Chiken and Waffles

Con más pena que Lock en Lost me fui de la isla. Al menos iba a reencontrarme con William, así que ni tan mal :)
Habíamos reservado una habitación privada en el albergue Banana Bungalow, en Hollywood Boulevard. Estaba subida en el shuttle del aeropuerto, empezando a escribir el post de Rarotonga y apareció William!! Había venido a buscarme al aeropuerto!! :) Así que el post se quedó a medias. Llegamos al albergue y la habitación era muy mona... Fuimos a comer a un italiano y nos sobró la mitad de la comida. Las raciones son exageradamente grandes en Los Ángeles. Como la propia ciudad. Por la tarde estuvimos paseando por el camino de la fama y, la verdad, no tiene nada del otro mundo.


Entramos a una galería de arte y excepto este mural, lo demás era una caca.


Este conejo opinaba lo mismo.



William the bear.

Por la noche fuimos de copas y pillé un pedo que no me acuerdo de casi nada. William dice que cuando llegamos al albergue vomité y no lo recuerdo para nada. Al menos también dice que luego me lavé los dientes. Muy digna yo. Al día siguiente fuimos a desayunar-comer chiken and waffles. Así como suena. Junto. Pollo frito com gofres y sirope de caramelo. Es un restaurante muy famoso y la curiosidad nos pudo. La verdad es que estaba bueno.


Por la tarde fuimos a Santa Mónica, a ver la playa donde se rodaba Los Vigilantes de la Playa.



No encontramos a David ni a Pam :(







Santa Mónica Pier.


En el bus se subió un tío hiper freak con un bastón que terminaba en una calavera y empezó a buscar algo bajo los asientos. Dijo que estaba buscando su crak, pero luego dijo que era broma, que estaba buscando las cenizas de su novia. Todos nos quedamos mucho más tranquilos, dónde va a parar! :D

El último día quedamos con Michell y Franziska y hicimos un tour por Hollywood.














Por la noche fuimos a cenar a un restaurante muy guay y de copas. Fue la última noche con Will...


Por la mañana fuimos al aeropuerto, él rumbo a Londres, yo NY. No me quedé triste, estoy feliz por lo que he vivido con él y estoy segura de que nos volveremos a ver :)

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domingo, 28 de noviembre de 2010

Kia Orana

Estas últimas tres semanas en Rarotonga he estado muy ocupada y no he podido escribir. Snorkeling, siestas en la hamaca, jugar con los perros... Una agenda realmente apretada.













No he escrito nada, no he leído nada y casi no he hecho fotos. Por qué si es el sitio más pequeño en el que he estado y en el que he pasado más tiempo? En las islas Cook una dulce pereza se apodera de todos los afortunados visitantes.
No ser, simplemente estar.





Lejos de todo lo innecesario y cerca de lo que realmente importa.
























Andando por la única calle/ carretera que hay en la isla encuentras más flores que en un jardín botánico.

He conocido muchísima gente genial.






Andreas, suizo biólogo que habla 5 idiomas. Entre ellos español :) los primeros días estuve con el y Rex, un chico de NZ. Rex encontró un barco para volver a Wellington desde Rarotonga. Fuimos a verlo al barco y estuvimos una tarde allí con los dueños, una pareja de australianos súper majos y un chico muy mono de California. El capitán había estado viajando 10 años!! Me enseñaron todo el barco, hasta el motor. 3 días después de que el barco partiera nos llegó la noticia de que en un barco de las mismas características uno de los chicos había caído al mar y no lo habían encontrado. 2 días más tardes supimos que era Rex. Muy triste, tanto que no me lo he acabado de creer. Andreas se fue a Aitutaki, otra isla y yo me quedaba sola en el albergue de la montaña, así que me cambié al albergue de la playa. Fue un cambio maravilloso. Allí hice muchos amigos y éramos como una familia. Íbamos a hacer snorkle juntos, cenábamos juntos y por la noche jugábamos a póker.











William ha sido mi amor en la isla. Inglés matemático de humor inteligente y súper educado. En ocasiones demasiado... Ya tú sabe...






Este era mi perro favorito.






Michell, Franziska y William, con los que mejores ratos he pasado. Michell y Franziska son una pareja de suecos que llevan 2 años y medio viajando por el mundo en bici! Geniales.












Una noche fuimos a ver un show de música y baile y me encantó.

Me apunté al curso de buceo con William y fue de lo mejor que he hecho en la vida. En el centro de buceo conocí al otro español que había en la isla. Dani, un chico de Madrid súper mono que está trabajando en el centro de buceo a cambio de sacarse el título de Dive Master.





En Rehab, la única discoteca de la isla que -atención- el viernes, que es el día más salvaje, cierra a las 2!! El sábado cierra a las 23 porque el domingo todo el mundo va a misa. Que por cierto, un domingo fui. Para verlos cantar y eso. Fue curioso, utilizan power point!!! Muy fuerte. Lo mejor fue que después te invitan a un súper desayuno tropical gratis :)
Volviendo a lo del buceo, fue maravilloso. La teoría me costó un poco porque todo ese nuevo vocabulario en inglés... Pero al final saqué la segunda mejor nota de la clase, después de William, aix, es taaaan listo... Hicimos una práctica en la piscina, otra en la laguna y 4 divings. Fue mágico, me sentí como pez en el agua, y nunca mejor dicho :) glu glu La sensación de ingravidad junto a todo ese nuevo mundo submarino me hacía sentir como una astronauta flotando en el espacio sideral. Además en Rarotonga el agua es súper cristalina y hay decenas de peces tropicales multicolor y jardines de coral. Uno de los divings fue en un barco hundido! Y siempre sumando a todo esto la enajenación propia del amor. Mi dive buddy era William <3 Y en nuestros carnets de PADI siempre aparecerá Rarotonga y nos recordaremos <3 <3 <3

Justo el día antes de mi cumple William y los suizos se iban a LA. Quedamos en vernos allí la semana siguiente. Al día siguiente fui con Dani al pueblo a celebrar mi cumple y cuando volví al albergue llegó a mi habitación un chico nuevo. Le saludé y él me dijo "Silvia!!" me quedé flipando, y él me dijo "I'm Lukas, I cut my hair" Súper fort, es el alemán que conocí en Rotorua, Nuva Zelanda!!! Los dos nos pusimos súper contentos y pasamos la semana juntos (que no revueltos).







Esa semana llegó gente muy guay al albergue y nos lo pasamos súper bien.

















Lukas en la slackline, a mi se me da fatal.





Uno de los chicos nuevos, Uli de Austria, es profesor de golf, y un día todos nos fuimos al campo de golf a jugar.











Pro silvita ñ_ñ

Me dio tanta pena irme :( Y es que es normal, irse de un paraíso no gusta a nadie.



































El conductor del autobús.

















Mi iPhone

martes, 2 de noviembre de 2010

Wellington y Marlborough Sounds

De Turangi bajé a Wellington. Es una ciudad muy chula y creativa. Rodeada de montañas y con un puerto precioso.












































Veis? La ciudad se junta con la montaña! Los suburbios son zonas residenciales con casitas súper monas.








Me alojé en el Down Town Backpackers y conocí a una israelí que estaba como una p cabra. Pero mucho. Iba súper borracha, ella sola, berreando canciones de los Rollings, porque según ella, ella es una rolling stone. Tiene 22 años y lleva casi 2 viajando por el mundo y no tiene intención de volver. Me enseñó a jugar al billar y pasé un rato muy divertido. Me explicó que en su país es obligatorio hacer la mili 2 años, de los 18 a los 20, y que por eso cuando acaban todos se piran a viajar como desesperados. Yo le dije que eso era una mierda y ella dijo que si pero que estaba a favor y que quería que sus hijos también la hicieran.

Al día siguiente cogí el ferry hacia la isla sur. Quería ir al parque nacional de Abel Tasman pero era bastante complicado llegar y no me daba tiempo. Así que me quedé en Picton y exploré la región de Marlborough desde allí. Nada más llegar al albergue de Picton me encontré con Nayara e Iván, la pareja de vascos con los que hice el Tongariro crossing. Al día siguiente fuimos juntos a hacer el Queens Charlotte Crossing y fue brutal.

























































































Así de bonito todo. Andamos 15 km. Y fue mucho más fácil que el Tongariro. El albergue de Picton es mi albergue favorito de todos en los que he estado. Y mira que todos los albergues de NZ están de pm, pero este tenía un encanto especial.

















Por ejemplo, podías alquilar un osito de peluche para dormir. El dinero iba destinado a una buena causa. El papel de pared era de florecitas súper bonito, a las 8 daban helado con pastel de manzana gratis, tenía un spa en el jardín, la mascota era un labrador súper mono, tenían bicis gratis... Para quedarse a vivir, vamos. Además allí conocí a mi nuevo amor platónico. Marinus, un holandés taaaan mono... Aix. Va buscando las montañas como un loco porque le encantan y en Holanda no hay. Va con su tienda de campaña y su monopatín por el mundo. Va a estar un año viajando, de NZ se va a Rusia y luego por Asia. No tiene Facebook ni móvil y es disléxico.








No sale bien, es mucho más guapo de lo que aquí parece. Me ha escrito un email súper mono con todas las palabras escritas medio al revés y con un montón de faltas, y eso ha hecho que aún me guste más. No pasó nada porque como soy idiota dejé que mi timidez se saliera con la suya. Estuve toda la noche muerta de rabia conmigo misma por haber dejado pasar una oportunidad así, porque a la mañana siguiente el cogía un autobús para ir a Abel Tasman y ya no lo iba a volver a ver :_( Por la mañana nos despedimos y me quedé súper triste todo día. Por la noche conocí a Imma, una chica muy guay de Sevilla que está viviendo en Sidney. La tía sólo tiene 20 años y ha viajado un montón!
A la mañana siguiente muuuuy temprano cogí el ferry para volver a Wellington y desde allí volar a Auckland. Me reencontré con Rob y sus amigos, que estaban de mojito party y tuve que meterme caña para ponerme a la altura. Estuvimos en la casa de un amigo de Rob que era una casa de película. Esta gente viven como Rock Stars. Luego fuimos todos a casa de Rob a ver un partido de Rugby, All Blacks contra Australia, el equivalente a un Barça Madrid. Fue muy divertido verlo. Pero los All Blacks perdieron y se quedaron todos un poco de bajón.








Al día siguiente fuimos a comer a un sitio muy guay de comida asiática, paseamos por el waterfront y Rob me acompañó al aeropuerto. Rob es un amor, me ha tratado como a una reina, y sólo nos conocíamos de un día! Le estoy más que agradecida y espero verlo pronto ya sea porque él venga a Barcelona o, mejor aún, porque yo vuelva a NZ!! :)

Próxima parada: Coock Islands!!!

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