jueves, 30 de septiembre de 2010

Koh phi phi y camping en Maya Bay

El tercer día cogí un ferry y me fui a la legendaria Koh Phi Phi.





Encontré un albergue baratísimo, dejé las cosas y me fui a dar una vuelta. Me paró en la calle nada más salir un chico que iba en el mismo ferry y me dijo de ir a tomar algo. Fuimos a un bar muy guay que se llama papaya y comimos phad thai. Una especie de fideos fritos con verduras y carne igual de rico que de picante. Se puso a diluviar como nunca he visto y nos quedamos allí las 2 horas que duró el monzón bebiendo cerveza.











Sí, bebí cerveza. El chico se llamaba Paul y era de Irlanda y no estaba nada mal. Por la noche fuimos a un bar donde hacían combates de boxeo tailandés en directo y servían el alcohol en cubos de litro.





Chin Chin. Siento no saciar vuestra curiosidad pero no tengo fotos de Paul, pensaba hacerle cuando fuera más borracha pero entonces fue demasiado tarde...












Yo le decía todo el rato que me parecían muy fingidos los combates, que estaba todo preparado. El decía que no. Al final tuve que darle la razón cuando los luchadores saltaron del ring a nuestra mesa y nos tiraron los barreños de alcohol encima. Nos asustamos un montón, pero luego nos reímos mucho. Sobretodo cuando nos trajeron unos barreños nuevos. Después fuimos por los bares de la playa. Había una fiesta increíble! Y se me fue la olla un montón. Fui al baño y Paul me dijo que él iba a buscar bebida para los 2. El caso es que al salir del baño me encontré con un chico de Israel que también iba en el ferry y... No sé cómo pude dejar a Paul tirado pero lo hice. Con lo mono que era! El alcohol... El de Israel se llamaba Jarak o algo así. Era judío, con el pelo castaño rizado y largo y unos ojos que daban miedo de verdad. Se parecía a Said. La misma mirada y la misma voz. Esa similitud seguro que tuvo algo que ver con mi comportamiento zorruno. Eso y que tenía de lo que me estoy quitando... Con la conciencia sucia me desperté a mediodía temiendo encontrar a Paul en cualquier momento. Tenía que hacer chek out y Jarakoalgoasi me dijo que volviera después. Le dije ok, y no volví. Me sentía fatal por lo de Paul, me lo imaginaba esperando con los 2 cubatas y me daban ganas de vomitar del asco que me daba a mi misma por haber hecho algo así. Y qué podía decirle si me lo encontraba? Uffff, qué mal rato. Entre la resaca y la vergüenza de mi misma...Me quedé escondida bajo un sombrilla en la playa hasta que fue la hora de coger el barco para ir a hacer camping en Maya Bay.

Es algo que me había recomendado el canadiense aquel que conocí en Sapa. Cuán agradecida estoy con él!! Si no lo hubiera conocido no habría vivido la noche más increíble de mi vida.

Cerca de Koh Phi Phi está la ultra espectacular Phi Phi Leh. No está edificada y sólo te puedes quedar a dormir si contratas esta excursión que se llama así, camping maya bay. Es bastante caro pero el canadiense me insistió tanto que tenía curiosidad. Fue muuuucho mejor de lo que me había imaginado. Al principio me asusté porque ese día sólo habíamos contratado la excursión una pareja de ingleses y yo. Y la idea de estar en una isla desierta sola con una pareja... Puag! Pero que va! Además de ser súper majos tenía a todos los tailandeses que trabajaban en el camping pata mi!! ;) cuando digo camping no penséis en la tortuga ligera o el delfín verde, es hacer acampada en la playa. La playa de la peli The Beach. Uno de los tailandeses, Tou, se empeñó en hacerme un book de fotos. Qué vergüenza otra vez! pero me dejé por no parecer borde y por no tener que explicarle en inglés que me da vergüenza y me siento ridícula cuando poso. Ahora me alegro porque tengo fotos chulísimas. Cuando llegamos a La Playa, los turistas se iban. Genial!

































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El agua más cristalina imposible.





Oracular spectacular.











Fue una sensación única lo de pasar la noche en una isla tan increíblemente bella y vacía.

Los chicos del camping, aka Maya Team, eran súper guays y todos hacían malabares de fuego, tocaban los bongos y la guitarra. También me invitaron toda la noche a cubos de agua tailandesa (un licor tailandés con cocacola y soda) y de lo que se fuma en La Playa. No hay policía ni nada! Bueno, hay un grupo de Park Rangers, que son los protectores de la isla. Pero en plan ecologistas, no policías.

Jugamos a cartas, cantamos, me enseñaron a tocar los bongos, nos hicieron una cena riquísima, dimos un paseo por la selva con linternas, nos bañamos... Yo estaba que no me lo creía. Y para terminar dormir bajo las estrellas en La Playa. Ufff. Tenían unos altavoces conectados a un generador y como era la única que llevaba música estuvimos toda la noche escuchando lo que más me apetecía escuchar. Se puede pedir más? Sí, y también lo tuve ;)





2 del Maya Team.





Cangrejo!!





No hice casi fotos por eso de que mi iPhone estaba conectado a los altavoces. Por la mañana lo tenía sin batería y no pude hacer fotos tampoco :( pero mis 5 sentidos estuvieron haciendo fotos en todo momento. Amanecer allí fue TAN GRANDE!!! Vimos tiburones, desayunamos, recogimos nuestras cosas y al barco otra vez. Dimos la vuelta a la isla y paramos en el mejor sitio para hacer snorkle. Peces de todos los colores, coral, erizos... Una pasada!!! Además desde el barco los chicos tiraban pan donde yo estaba para que los peces vinieran hacia mi. Yo gritaba y ellos se reían. Me daba un poco de cosa porque eran cientos y te tocaban! Pero era precioso y la felicidad que sentía podía con el miedo :)

Yo me quiero quedar allí trabajando con ellos!!!

Luego con lágrimas en los ojos volvįmos a Koh Pih Pih y pasé la mañana en la playa con uno de los chicos... Rezando para no encontrarme a los otros dos. Vi de lejos al judío pero me hice la longui.

Hasta que fue la hora de coger el ferry a Krabi porque al día siguiente, ayer, tenía el vuelo a Bangkok.

Mañana os hablo de lo poco que me ha dado tiempo a ver aquí. Porque llegué ayer por la tarde y mañana por la mañana ya me voy a Singapur... Jo. Yo me quiero quedar en Tailandia.

Desde Mi iPhone

Thai Paradise

Este post y el que viene a continuación son los que me está costando más escribir.

Porque es TAN increíblemente espectacular todo lo que he visto y vivido estos últimos días que me cuesta mucho encontrar las palabras adecuadas para ordenar tantos pensamientos. Estaba esperando que el colocón de emociones me bajase para poder escribir. Tal cual como si fuera de LSD.

Escriba lo que escriba es imposible hacer justicia a tanta belleza. Y además hay cosas que me voy a autocensurar... ;)

Llegué a Ao Nang, playa cercana a krabi, que utilicé 2 días como campamento base para ver algunas islas en el mar de Andamán.





Estuve en una pensión llamada Jinda gestionada por un lady boy. Algo que por cierto me chocó nada más llegar a Tailandia: está lleno de transexuales.

El primer día cogí un long tail boat y fui a Ray Leh Bay. No es isla, es península, pero por su forma da la sensación óptica de estar en una isla.























Monos por todas partes.





Fui en busca de la laguna, una de las recomendaciones del canadiense. Había que trepar por una montaña súper empinada y llena de barro rojo. Yo no llevaba las chanclas de montaña y me daba miedo. Me quedé remoloneando un rato por abajo esperando que llegará alguien que quisiera ir conmigo para llamar a la ambulancia cuando me cayera. Llegaron una pareja de holandeses ataviados con botas de montaña y mochilas North Face. Se quedaron mirando la montaña y decidiendo si ir o no. Intervine rauda y veloz y les dije que me lo habían recomendado mucho y que era el único camino para llegar. Y que me daba miedo ir sola, con mi mejor cara de niña buena indefensa. Enseguida nos pusimos en marcha. Tenías que agarrarte a las raíces de los árboles y a cuerdas que habían atadas. A los 5 minutos teníamos las manos, la ropa y las piernas rojas por la arcilla. Con sudor y lágrimas llegamos a arriba, la mar de contentos hasta que un australiano que venía de vuelta nos dijo que habíamos hecho lo fácil, que lo difícil era bajar. Nos mostró el barranco por el que había que descender para llegar a la laguna y nos mareamos. Los 3 casi a la vez dijimos: yo paso. Cada uno en su idioma. Al menos desde arriba pudimos hacer una foto chula de las playas.











Esto era sólo el principio del barranco, pero no se aprecia bien la verticalidad.

Había una cueva llena de falos de todos los tamaños y colores. Es símbolo de fertilidad y las mujeres los llevan cuando quieren quedarse embarazadas.





Al día siguiente cogí otro long tail y hice un tour por 3 islas pequeñitas preciosas.











En el mismo barco habían 6 catalanes más, 4 chicas de girona y una pareja de barna que se van a quedar a vivir en Tailandia. Qué envidia.





Fue muy guay, eran todos súper majos y pasamos el día juntos.





Una de las chicas insistía en hacerme fotos y me sabía mal decirle que no. Con lo que odio posar!





Aquí hicimos snorkle. Habían tentáculos de medusa por todas partes y me picaron en los brazos y en la cara. Pero como son trozos muertos de medusa no pica tanto y en 2 días ya no tenía nada.





Por la noche fui a cenar al mismo sitio del día anterior, que me gustó mucho. Tienen mil tipa de curry diferente, todos súper picantes y mezclados con leche de coco. Una mezcla brutal, me encanta!!





Me invitaron a esta especie de sopa fría de leche de coco con trocitos de patata, calabaza y coco confitados. De lo más delicioso que he probado en la vida, en serio. Me invitaron a otra ronda. En el restaurante trabajaba un hombre mayor tailandés que hablaba muy despacio y transmitía mucha tranquilidad. Se sentó a hablar conmigo y me invitó a tomar algo en un bar cerca donde tocaban música en directo. Acepté. Su misticidad se fue disolviendo en las cervezas que se tomó y cuando me dijo que estaba enamorado de mi y quería tener un hijo conmigo me di cuenta de que ya era hora de ir a dormir.

Desde Mi iPhone

jueves, 23 de septiembre de 2010

Treking en Sapa

El mismo día que llegué de Halong me fui a Sapa. Cogí un tren cama desde Hanoi y pasé la noche la mar de bien.








Llegué al hotel, ducha y treking de 3 horas.








Con estas pintas salí del hotel. Chanclas de treking y calcetines. Eso sí, del mismo color que la camiseta, antes muerta que sencilla.










Mujeres y niñas de las tribus que viven en los poblados de las montañas nos acompañaban todo el rato intentando vendremos cosas.








Me regalaron un caballito hecho con ramas.








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Mono motorista. Le encantaba mirarse en el espejo retrovisor y poner ojitos a lo zoolander.















Niño pastor. Iba descalzo y dominaba a las vacas que no veas.








Que no eran pequeñas, no.

















Nuestra guía, Jin.









Conocí a unos andorranos muy majos y por la tarde fui con ellos al mercado del pueblo.












































Perro.








Ese día celebraban la full moon party y habían cosas especiales.





















































Fotaco!!








El treking del segundo día fue más durillo. Era todo cuesta abajo y el día anterior había llovido la de Dios por la noche, con lo cual el suelo resbalaba de la ostia. Y algunos trozos del camino ibas bajando de piedra en piedra con unos barrancos al lado de vértigo. Una chica de una tribu me cogió de la mamo todo el camino y me iba indicando dónde tenía que poner los pies. Cuando llegamos le compré 2 brazaletes y un bolsito. Se lo merecía todo. Estaba tan agradecida con ella por haberme salvado la vida en la montaña que cuando me llevaba cogida me sorprendí un par de veces acariciándole la mano.








Era esta, mi ángel. Se llama Si.













































Chin, un nuevo amigo de Malasia.








Uno de los brazaletes que le he comprado a Si y una pulsera de tela que me ha regalado.








Con una pareja de londres y otra de Australia. Los australianos, los abueletes, eran la bomba y aunque han pasado del treking me han invitado a su cada cuando vaya a Australia.








Chin también me ha invitado a su cada si algún día voy a Malasia. Iré!! :)

Otra vez tren de noche a Hanoi. En el tren me ha tocado con 2 españoles en el vagón, he tardado 5 minutos en darme cuenta de que nuestro inglés era igual de cutre y que por lo tanto debían ser compatriotas. Ahora estoy en Hanoi otra vez :( contando las horas para coger el avión rumbo Tailandia mañana :) al final no voy a cambodja porque sólo tengo 1 semana más por aquí y me apetece tirarme en una playa paradisíaca. Hoy he conocido también a un canadiense guapísimo que lleva 7 meses viajando por sudeste asiático y me ha recomendado 3 sitios en Tailandia. Desde uno de ellos será el siguiente post!! :)
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