miércoles, 20 de octubre de 2010

De Sidney a Cairns

Este post es cronológicamente anterior al último, que se borró misteriosamente.

En el albergue de Sidney habían dos alemanes locos que un día se vistieron de tía solo porque en un bar las chicas tenían una copa gratis.


Maquillé a uno de ellos.

Luego llegó Rubiño y fue un alivio poder hablar en castellano.


Por la noche nos metimos en un antro donde se celebraba una elegante competición de tetas.


A Rubiño no le parecía tan mal.





Rubiño luce bolso de Anacé.


Fuimos a comer a un japo. Mirar su plato y
Mirar mi barco! Está claro quién tiene que seguir creciendo.








Fuente-instalación en forma de espiral que daba un efecto súper hipnótico y te arrastraba hasta el centro aunque te mojaras los pies.


Pajarraco con bolso de mi amor. Rubiño decía que sería buenísimo si saliera volando con el.


Bici gigante hecha de bicis, la metabici.


Así empezó una buena. En el aeropuerto de Sidney, esperando el avión para ir a Cairns, Rubiño propuso pedo de vino. Dicho y hecho. Pillamos una turca que yo ni me acuerdo cómo llegamos al albergue de Cairns. Hay flashes de Rubiño llevándome en una silla de ruedas, que no sabemos de dónde sacamos, berreando canciones de Joe crepúsculo por el aeropuerto. Rubiño dice que una azafata le dijo que no sabían que venía una minusválida y él improvisó algo sobre una vieja lesión en el tobillo que empeoraba con la presión atmosférica. Dice también que mientras esperábamos las maletas me lanzó con la silla hacia una columna y la gente lo miraba como diciendo " vaya hijo de puta". También dice que cuando esperábamos un taxi unas chicas vinieron a pedirnos tabaco y acabaron huyendo porque yo les empecé a rallar con lo bien que rodaba mi maleta nueva. Yo no me acuerdo de nada hasta que llegamos al albergue a cuatro patas y nos fuimos a la playa e hicimos un duelo musical con el iPod de Rubiño. Me lo pasé súper bien, de eso sí que me acuerdo :)


Rubiño en el avión usando la seda dental de la que habla maravillas y usa en el lugar más inesperado.

Cairns era como Lloret, pero en el albergue nos lo pasamos bien con un grupo de gente bastante variopinta.


Este marroquí que lleva viviendo unos años en Australia era muy guay.


Osama, mi nueva amiya nipona. Cómo me gustan Los japoneses!





Mordisco a Rubiño del pedo en el avión... Algo haría.

Esa noche me peleé con una guiri en inglés y a oscuras por el aire acondicionado de mierda. Lo odio! Fue muy bueno porque no le vi la cara en ningún momento. Rubiño salió en mi defensa y al final lo dejamos apagado. -- Desde Mi iPhone

4 comentarios:

  1. Jarr! Te he puesto un comentario antes y no se ha publicado bu!! bueno, te decía que me había encantado la historia de la silla de ruedas y lo del concurso de tetas, me he partido de risa!! jajaja Qué ganas de estrujarte!! ya sé que soy pesada, pero es que te quiero con locura mi amol!!!

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  2. jajajajajaj abria ke veros haciendo carreras por el aeropuerto to tajas¡¡¡¡¡ ke grandeeee¡¡¡¡ sigue pasandolo asi de bien niñaaaaa

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  3. quines aventures!
    cadira de rodes? aquesta gent de l'alberg?... quants litros de vi?

    com mola!
    a disfrutar, ale!
    ;)

    kuss

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  4. Estoy llorando de la risa XD

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